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Noticias sobre Ávila

La crisis de los intermitentes en Ávila

Un estudio del Virus Liars Institute alerta sobre una epidemia que afecta al 63% de los abulenses: la Intermitentis indigentiam, una dolencia que impide usar intermitentes y entender rotondas. La comunidad científica (y la barra de el Mangas) ya investigan el caso.
Un policía local de Ávila señala la ausencia de intermitentes en uno de los coches de la zona
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El Virus Liars Institute de Wichita (Estados Unidos) ha lanzado un aviso de alerta máxima sobre la población de Ávila. Tras multitud de pruebas llevadas a cabo por un grupo de becarios y firmadas por un supervisor que no movió un dedo en su desarrollo, se ha descubierto la existencia de una toxina sumamente agresiva que está infectando a sus habitantes.

La “Intermitentis indigentiam”, como se ha definido la enfermedad, afecta ya a casi el 63% de la población abulense y su tendencia es a incrementarse con el paso de los meses. Los síntomas que por ahora se han detectado son los siguientes:

  • Bloqueo mental a la hora de utilizar los intermitentes en el manejo de un vehículo.
  • Incapacidad total para entender el funcionamiento de las rotondas.
  • Firme resistencia para adoptar correcciones en sus costumbres al volante.

Problemas con los intermitentes en Ávila

Según las estadísticas, 9 de cada 10 conductores de Ávila afirman haber tenido problemas con los intermitentes y tan solo un 1% ha solicitado algún tipo de ayuda médica. Además, casi 8.000 personas de las encuestadas confunden su accionador con el de los limpiaparabrisas, confusión por la cual a veces sí que los utilizan. Son cifras dramáticas si atendemos a que la ciudad amurallada ostenta el récord mundial de rotondas por habitante.

Si leemos con profundidad el estudio del VLI acerca de la Intermitentis indigentiam, el virus produce una afección que fomenta la confusión mental de las personas en el uso de estos indicadores luminosos. Jaime Rufián, vecino del barrio de San Esteban, declaró para el Gloucester Post que él llegó “a pensar que la policía multaba por el uso de los intermitentes y yo también dejé de hacerlo”. Pero el problema más grave es sin duda la negación del error, puesto que tan solo una minoría de abulenses reconoce que se equivoca en su uso.

Pero por encima de todo, el epicentro de las evidencias se encuentra en las famosas rotondas abulenses. En un principio se instalaron para potenciar la fluidez en el tráfico de la ciudad y más tarde se aumentó el número para acostumbrar a los conductores a este tipo de intersección.

Nada más lejos de la realidad, ya que con la citada epidemia no solo no se usan los intermitentes, sino que además la Intermitentis alcanza una nueva dimensión. En su grado 2, los afectados cometen atrocidades como usar el carril izquierdo como arma arrojadiza para el resto de vehículos o el conocido como “Efecto Chenoa” por el que los coches se cuelan sin respetar la preferencia.

¿Y si los coches de Ávila no tienen intermitentes?

Los psicólogos de la Universidad de El Fresno, Miguel M. Moreno y Fernando Palmero, mantienen que un factor social podría hacer saltar por los aires el descubrimiento del Virus Liars Institute. En sus palabras advierten que «los americanos estos no tienen ni puta idea de la mentalidad abulense». En la entrevista que mantuvimos en el bar El Rincón (bueno… y en casa Felipe, el Mangas, el Gredos, Valentín y así hasta perder la cuenta), defendieron con fiereza que todo se debe a la gestión de la economía en Ávila. Según su libro No comiendo vamos tirando pa gastos, todo se debe a que en realidad la mayoría de los coches abulenses no cuentan con intermitentes dentro de sus componentes.

«Para un abulense es un gasto tonto. Son unas lucecitas que no hacen más que tocar los huevos y que encima nadie las usa», afirma con rotundidad Palmero. Tan es así que varios ingenieros abulenses están trabajando en un vehículo en el que se habrían sustituido estas piezas por un refuerzo en la calefacción.

A continuación, te planteamos unas sencillas pautas para conocer si eres una víctima de esta crisis sanitaria:

  • Te entra amnesia en el uso de los intermitentes al pasar por una rotonda.
  • Cambias de carril como Pedro por su casa sin indicarlo previamente.
  • Frenas en seco para aparcar, pero pasas de avisar al de atrás.
  • Opuestamente, sales de tu plaza de aparcamiento como de tomar unas cañas.

Ahora os invitamos a hacer un ejercicio de sinceridad a través de la siguiente encuesta, para palpar la expansión de esta epidemia. ¿Se detendrá? Solo el tiempo lo dirá, pero esperemos que al menos cuando lo haga lo señalice correctamente para evitar accidentes.

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