«Hasta aquí hemos llegado», así de contundentes se han mostrado los abuelos de El Rastro en la rueda de prensa convocada esta mañana como fruto del inicio de su huelga. Esta protesta, que no tiene día de finalización, nace como denuncia ante la precaria situación que vive su colectivo.
«Estamos hasta los huevos de dar paseos para arriba y para abajo para rellenar el centro de la ciudad y que no tengamos un baño donde acudir, porque la jodía próstata nos va regulinchi y vamos a estallar» La realidad, según los datos presentados por los propios abuelos, apunta a que su petición está más que justificada, ya que de las personas que pasean por el centro de la ciudad amurallada, el 72,8% supera los 65 años de edad y de este, casi la mitad tiene más de 80 años y problemas de próstata.
El PIA (Partido Independentista Abulense) ya se ha pronunciado, proponiendo la creación de una cinta transportadora desde El Rastro hasta la sede social de los abuelos para facilitarles una micción digna.