¿Alguna vez te has fijado en esas inquietantes figuras que habitan en los rincones más oscuros de las discotecas? ¿Qué esconden? ¿Cómo podemos saber si tenemos a uno delante? Y lo más importante ¿Cómo podemos ayudarlos a salir de su agujero?
“El señor siniestro del bar” una de las figuras más misteriosas de la noche abulense, deja de ser considerada especie en peligro de extinción. Con la reapertura de algunos de los pubs nocturnos más populares de la ciudad y la vuelta de cierta vida festiva nuestras calles, estos peculiares personajes de las barras vuelven a proliferar como los corruptos en los partidos políticos.
¿Cómo distinguir a un señor siniestro de bar?
Con estas sencillas características, podrás identificarlos:
-Son hombres de edad superior a los 60 años.
-Siempre están solos.
-Son muy siniestros (Pero muy muy).
-Hay uno por cada bar.
-Se sitúan en una de las esquinas de la barra.
-Llevan cazadoras de cuero aunque haga mucho calor.
-Observan con cara de sospechar.
-Pueden ser cuñados de alguien.
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¿Qué hacer si te acabas de dar cuenta de que eres uno de ellos?
Si es tu caso, no te preocupes. Igualmente te ofrecemos unos sencillos trucos para dejar de serlo.
-Cuéntale a tu amiga más íntima el problema.
-Habla con otros seres humanos ¡Tú puedes hacerlo! Solo tienes que cambiar tus gruñidos ininteligibles por palabras.
-Prueba a llevar tonos más juguetones en tu ropa. La famosa estilista abulense Catherine McGrowen afirma que el estilo “topamidesco” está acabado.
-Permítete una locura y ve al baño de vez en cuando, descubrirás que no cobran e incluso puedes hacer más cosas a parte de drogarte.
-¡Da un giro a tu vida! ¡Duerme de noche y vive de día! ¡Millones de personas no pueden estar equivocadas (Menos los vampiros)!
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¿Qué ocurre si nada de esto funciona?
En primer lugar no te vengas abajo, es muy difícil cambiar de un día para otro, si toda tu vida te la has pasado en el mundo de la siniestrez. Lo más importante es que incluyas en tu rutina la voluntad del cambio, ya te encuentres paseando con las manos en la espalda por el rastro o apoyado en las macetas de la Puerta del Sol de Madrid. Podrás conseguirlo, solo depende de ti.
